Hace mil años aconteció, una bella historia
de amor.
Fue la primera te lo aseguro, si no me
crees el problema es tuyo.
Pero si me crees abre tus orejas bien, que
una linda historia te contaré.
Habla de dos príncipes enamorados, cuyo
destino es vivir separados.
Uno vive en una gran estrella amarilla, que
ilumina la Tierra
todo el día.
¡Es el príncipe sol! todos giramos a su
alrededor.
La otra vive en una roca grande y plateada,
que guía a los navegantes cuando la mar esta alborotada.
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¡Es la princesa Luna! La que ilumina
nuestras noches oscuras.
Cuando el príncipe Sol por primera vez la vio,
de la princesa Luna locamente se enamoró.
Y cuando un rayo de sol a la princesa Luna
acarició. Esta con alegría su amor correspondió.
Ambos giran para cuidar de la Tierra , y de los niños
pequeños que viven en ella.
Pero su felicidad no es completa, ya que bailan
en direcciones opuestas al son de la música de las estrellas.
No pueden darse ni besos, ni abrazos; pero
su amor ha crecido a través de los años.
Cuando el príncipe Sol nota que su princesa
esta triste por alguna razón;
La ilumina entera, para que en la Tierra puedan ver una
hermosa Luna llena.
Y cuando la princesa Luna nota que su
príncipe está desanimado, le canta una dulce canción para demostrarle todo su
amor.
Las estrellas que han visto su amor crecer,
quieren ayudarles; mas no saben que hacer.
Un día, una estrella fugaz que siempre anda
de acá para allá, dice a las demás que toquen una canción con la que los
príncipes puedan bailar al mismo son.
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Las estrellas se ponen a trabajar y pronto,
en el universo, una nueva canción se empieza a escuchar.
Al son de esta melodía los príncipes
comienzan a bailar, y velozmente sus caminos se acercan cada vez más.
El príncipe Sol extiende sus brazos cuando
la princesa Luna pasa por su lado.
Coge sus manos y la abraza con fuerza, para
mantenerla cerca el mayor tiempo que pueda.
Y así, los príncipes enamorados al fin
pueden bailar juntos durante un rato.
Se hacen promesas eternas y hablan de esos
niños de la Tierra
que ahora les observan con mirada tierna.
Y es que, desde allí abajo todos han
contemplado maravillados este precioso espectáculo.
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Las estrellas prometen tocar más a menudo
dicha canción; pero ahora se deben separar para volver cada uno a su hogar.
Desde la Tierra se puede observar, como los príncipes se
separan con mucho pesar.
Pero no temas, porque las estrellas siempre
cumplen sus promesas.
Cada cierto tiempo, en el universo, una
canción se vuelve a escuchar y los príncipes enamorados vuelven a bailar.
Y en la Tierra , las personas se reúnen en cualquier lugar, para ver como el príncipe Sol
abraza a la princesa Luna con mucho amor.
-¿Sigues sin creer que esta historia es
real? Pues sube a la terraza y cuando veas un eclipse dime si te he dicho la
verdad.
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FIN
Este cuento ha sido publicado también en la revista Bulevar en el mes de Febrero
ya extrañaba tus cuentos mi querida hada, ¿que puedo decirte? tu sensibilidad es maravillosa y el talento que tienes para contarnos estas historias es GRANDE me ha gustado mucho tu cuento, ya que en mi religión veneramos a la luna y el sol, asi que gracias por esta historia y la melodia le da un toque perfecto!!!!! xoxo Eliz
ResponderEliminarMuchas Gracias por tu coment eliz. Bss y gracias x pasarte a leer
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