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Un
ángel blanco ilumina el cielo,
hace
que las estrellas centelleen y se cumplan tus sueños.
Su
nombre en hebreo significa princesa,
y
su sonrisa es tan fresca como el azahar en primavera.
Este
ángel es fuerte y valiente, no deja que el miedo lo amedrente.
Con
su mirada inocente observa a los que quiere:
cuida
de ellos, los protege.
Pero
ahora protege a niños valientes.
Y
aunque estos niños luchen desde una cama, aunque no puedan moverse.
Nunca
pierden la esperanza de derrotar a ese dragón insistente.
Sus
risas están llenas de magia.
Dan
fuerzas a esos padres que solo pueden esperar,
sus
ojos se han convertido en cataratas.
Mientras,
entre las estrellas,
lucha
el ángel blanco contra el dragón malvado.
Y
aunque la lucha sea dura, aunque pierdas una batalla.
Nunca
des la guerra por perdida, nunca pierdas la esperanza.
Victoria
o Derrota son solo palabras inventadas.
Que
no marquen tu día a día, que no marquen tu mañana.
Si
me escuchas desde la distancia, si estás leyendo estas palabras.
Mira
al cielo estrellado, verás a el ángel blanco.
¡Está
allí, luchando por ti!
Algún día:
El
dragón caerá,
la
batalla vencerás y el dolor desaparecerá.
Fin.
Rocío Cumplido González
que bonito prima
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