Cuando pienso en los niños del hambre, de piedra me quedo. Cuando siento que se mueren sin nada, morirme yo quiero....

Por el día, en la biblioteca de Palma del Río, todo es alboroto. Ana, la bibliotecaria, es la mujer más dulce del mundo y, con una sonrisa siempre en su rostro, va de acá para allá recogiendo y poniendo cada libro en su lugar. Ana acaba el día agotada; pero en su rostro sigue esa sonrisa enmarcada. Apaga las luces, cierra...

En mi casa vive un monstruo,  que no es feo, ni aterrador. En mi casa vive un monstruo, chiquitito y juguetón. Con su boca pequeñita dice: pa, pa, pa.  Y si la abre un poquito dice: ta, ta, ta. A veces se enfada mucho y chilla un montón. ¡Chilla tanto, chilla tanto, que me asusto hasta yo! Mi...