miércoles, 25 de abril de 2012

# cuentos personalizados # La princesa Alba y el dragón Nilo

La Princesa Alba y el dragón Nilo


Hace mucho, mucho tiempo hubo un reino; pero no era un reino muy lejano. Era un reino muy, muy, muy alto. El reino se llamaba Villa Celeste y estaba encima de una gran nube con forma de corazón. Como en todos los reinos, había un castillo y en el vivían el rey Víctor que tenía una gran barba de color naranja, la reina Mía que siempre usaba sombreros, pero nunca repetía el mismo, y la princesa Alba a la que le encantaba pasear con su pony Clementina.

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Un día, cuando la princesa Alba paseaba con Clementina por el bosque de algodón de azúcar, escuchó un llanto. Era un pequeño dragón de apenas un año el que lloraba, dentro del hueco de un árbol. La princesa Alba le pidió que saliera de su escondite, le prometió que no le haría daño y cuando lo hizo, le curó una herida que tenía en la pata con un pequeño botiquín que siempre llevaba por si se caía cuando salía a galopar con Clementina.



Cuando el pequeño dragón se calmó, le contó a la princesa Alba todo lo sucedido:
 —Mi nombre es Nilo, Princesa, y han secuestrado a mi mamá —dijo el pequeño dragón.
 —¡Eso es terrible! —exclamó la princesa.
 —¿Pero quien ha sido?
 —Fue Ray, el cazador de dragones —explicó Nilo—. Es el cazador más temido del bosque. Mi mamá y yo estábamos bebiendo agua en el lago, cuando una enorme red de oro cayó encima de ella. A mí no me cojió porque mi mamá me apartó en el último momento y me pidió que buscara ayuda; pero oí un ruido y, creyendo que era el cazador, me escondí dentro del hueco del árbol y entonces aparecisteis vos, Princesa. ¿Me ayudareis a salvar a mi mamá, Princesa Alba? —preguntó el dragón Nilo con la voz aún temblorosa.
—Claro que te ayudaré, Nilo —dijo la princesa con firmeza. La princesa Alba siempre prestaba su ayuda cuando se la pedían y esta vez no iba a ser menos.
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Pero un pequeño dragón, un pony y una princesa de apenas cinco años no podían hacer frente solos a un terrible cazador de dragones; así que la princesa Alba decidió que era mejor volver al castillo y pedir ayuda a su padre, el gran rey Víctor. El rey Víctor se enfadó muchísimo cuando su hija le contó la historia del dragón Nilo y su mamá. Los dragones eran muy queridos en el reino de Villa Celeste y el rey juró por sus barbas de color naranja que liberaría al dragón y castigaría al cazador.

Esa misma noche el rey Víctor salió solo en busca del cazador. La princesa Alba le pidió a su padre que la dejara acompañarle; pero éste no se lo permitió porque pensaba que era demasiado peligroso. Debería quedarse en el castillo, cuidando de Nilo y ayudando a su madre, la reina Mía, a ordenar el armario de los sombreros, el cual estaba a punto de estallar, ya que dentro había más de ¡tres mil sombreros diferentes!

Cuando los criados se fueron a dormir, Nilo y la princesa salieron del castillo a hurtadillas, sacaron a Clementina de la cuadra y, sin que nadie se diera cuenta, se adentraron solos en el bosque de algodón de azúcar.
— ¿Cómo encontraremos al rey princesa Alba? —preguntó Nilo.
—Muy fácil. Seguiremos las huellas que mi padre ha dejado en el suelo —explicó la pequeña princesa.

Afortunadamente, esa noche había luna  y podían seguir las huellas del rey Víctor sin la ayuda de una antorcha. Las huellas desaparecieron al llegar a la orilla del lago. Y allí estaban, el rey Víctor y Ray, el cazador de dragones, luchando con espada. La mamá de Nilo aún estaba atrapada en la red. Con mucho cuidado llegaron hasta ella y, usando la herradura de oro de una de las patas de Clementina, consiguieron cortar la red y liberar a la mamá dragón. Una vez liberada, la mamá de Nilo fue a ayudar al rey Víctor. Voló hasta ellos, cogió al cazador de dragones con sus grandes patas y lo colgó por los pantalones en lo más alto de un árbol.

La alegría inundó el reino de villa Celeste cuando se enteraron  de la victoria del rey Víctor y la princesa Alba. Se organizó una gran fiesta para celebrarlo y los dragones volvieron a vivir tranquilos en el bosque de algodón de azúcar.
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Fin.


Rocío Cumplido


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4 comentarios:

  1. Este es el primero de muchos, espero que lo disfrutéis :)

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  2. Ole mi primaaaaaaaaa...!!!!!!!!!!!! estas hexa una artistaaaaaaaa...!!!!

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  3. Haber cuando le escribes uno al Adri!! Esta muy chulo!! Enhorabuena!!

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  4. Gracias por ser la primera en seguirme guapa. En cuanto pueda, me pongo a escribir el cuento de tu niño. Ya tengo una idea rondándome, va a tener de todo: Astronautas,animales, tractores...Todo lo que le gusta. Bss guapa.

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