Cuando pienso en los niños del
hambre, de piedra me quedo.
Cuando siento que se mueren sin
nada, morirme yo quiero.
Cuando quiero ayudar a esos niños,
los demás quedan quietos.
Cuando duermo me llaman estos niños,
y a veces me despierto.
Cuando sueño, sueño que ya los
niños, felices están siendo.
Rocío Cumplido.
La imagen utilizada ha sido
enlazada desde Google imagenes
que hermoso poema, muy conmovedor y también de denuncia, pero como todo lo que haces está lleno de magia :D en horabuena :)
ResponderEliminarGracias Eliz. No sabes como me alegra siempre que me comentas. Este poema lo escribí cuando tenía 15 en clase y hace unos días me acordé de el. Me alegra mucho que te haya gustado.
ResponderEliminarA mi me pasa lo mismo.Que triste!.
ResponderEliminarOjala ningún niño sufriera tanto.
Muchos abrazos.
Lo triste de la vida, es que miles de niños en todo el mundo morirán de hambre, ¿y los gobiernos? Bien, gracias.
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